En la educación Montessori, el prescolar se divide en dos: Comunidad Infantil ( maternal), para niños hasta los tres años de edad y Casa de los Niños (kinder) con integrantes de 3 a 6 años de edad
Comunidad Infantil
Los ambientes están preparados para estimular y cubrir, los intereses y necesidades de los niños de 1 a 3 años.
Estas comunidades son hermosas por que cuando entras puedes ver que todos lo que ellos requieren está a su disposición, a su altura, para estimular su libertad e independencia, indispensables guías del desarrollo infantil.
Ahí podrán encontrar materiales llamativos para desarrollar su lenguaje, ejercicios de vida práctica, de discriminación, educación e integración de los sentidos, arte, música, entre otros.
En muchos de los casos en estos acogedores ambientes a cargo de guías certificadas, se lleva a cabo la separación feliz de mamá y el inicio de la vida en comunidad, cambio muy importante para la seguridad interna del niño.
Los invitamos a observar estas comunidades de grandes pequeños.
Casa de niños
El salón Montessori preescolar está conformado por niños de diferentes edades. Niños de tres, cuatro y cinco años comparten el mismo salón. Cada niño usualmente tiene a la misma maestra por tres años. Este agrupamiento de niños de diferentes edades corresponde a la teoría sobre el desarrollo infantil de María Montessori, basada en ciclos de tres años.
En éste arreglo multigrado, los niños aprenden unos de otros, y aprenden debido a los demás. Los niños pequeños, al observar a los niños mayores, tienen la oportunidad de ver lo que les espera.
Los niños mayores tienen la oportunidad de reforzar sus conocimientos al compartir éstos con los más pequeños.
Debido a su constante interacción, los niños aprenden a ser responsables por sí mismos y por los demás. También aprenden a relacionarse con niños de diferentes edades y habilidades, a respetar el trabajo y el espacio de los demás y a tratarse con cortesía. Aprenden a disculparse, a saludar, y a pedir lo que necesitan cortésmente.
Asimismo toman un papel activo en el mantenimiento de su salón, entre otras cosas, regresando los materiales al lugar adecuado, listos para ser usados por el siguiente niño.
En resumen, el salón se convierte en una comunidad donde los niños son tratados con respeto y dignidad deseando a su vez tratar a los demás de la misma manera.
Taller 1 y 2
Nuestros salones, "ambientes preparados" para niños de 6 a 12 años son verdaderos espacios de motivación hacia el conocimiento del mundo. Aquí nosotros como guías ponemos el corazón, la mente y el espíritu al servicio de nuestros niños. En estos "templos del saber" cada mañana entramos con una pregunta curiosa: ¿hacia dónde irá nuestro niño hoy? Es por eso que cada día hacemos patente la consigna de María Montessori: "sigue al niño" porque cada niño, nos abre puertas infinitas a su preparación constante.
Nuestros días pasan en un cúmulo de actividades, desde una redacción bien escrita donde puedo expresar lo que siento, hasta la descripción del movimiento de las alas de un colibrí, desde el dibujo del mapa de los continentes, hasta el porqué es diferente 10 al cuadrado de 10 al cubo, desde mi lugar en la historia junto a los dioses del Olimpo, hasta por qué llora un compañero.
Somos un grupo de personas compartiendo nuestros dones, y al mismo tiempo guiando a cada niño a encontrar los suyos. Todos hemos encontrado en esta experiencia el placer de nuestros encuentros cotidianos.
Tere Maurer.
Taller 3
"Imaginemos un espacio de enseñanza y aprendizaje, de trabajo constante, en el que todos puedan desarrollarse plenamente, con la conciencia de que el trabajo que aquí se realiza es tan importante que determina el futuro del mundo. Un espacio en el que se promueve el intercambio de nuevas ideas, puntos de vista e información. Un lugar en donde uno penetra a la gran conversación de 5000 años de antigüedad, para discutir y argumentar, para ser desafiado, donde los estudiantes se convierten en expertos y persuaden o son persuadidos.Aquí hay adultos que son imágenes de sabiduría, que llevan la historia en sus manos, la poesía en sus corazones y las canciones en sus labios.
Todos estos adultos son cuenta cuentos, actores, exploradores y viajeros. Gente cosmopolita, tolerante y profundamente respetuosa de otros, que se mantiene arraigada a la tierra, al suelo y cuyas manos están literalmente sucias. Personas de rituales y bailes, custodios de las tradiciones y memorias de sus pueblos. Gente con sentido del humor, conectada a lugares y momentos sagrados. Amantes del romance y los misterios. Personas que tienen desarrollado el gusto por la excelencia y los productos de calidad, capaces de disfrutar de cambios o desvíos y detenerse momentáneamente a recrearse en la simpleza de las cosas.
Gente joven de espíritu motivada a entregarse y ayudar a los demás. Gente que conozca tu nombre y esté siempre a mano y dispuesta incondicionalmente a darte su tiempo y su apoyo.
Estos adultos y la gente de todas las edades que acude a este espacio ideal, conviven en una atmósfera de confianza; una constante y consciente confianza mutua, que representa y protege no sólo nuestras aspiraciones, sino nuestra voluntad aplicada al bien común.
En este lugar, cada persona es tan valiosa como cualquiera, a cada persona se le respeta y se le tiene en alta estima. A cada persona se le escucha y todos y cada uno de quienes participamos en este concierto estamos plenamente conscientes de la forma en que nuestro trabajo contribuye a un esfuerzo de grupo, por lo que cada una de nuestras acciones y actitudes tiene un impacto en la colectividad. Yo creo que quienes convivan en este tipo de lugar encarnarán el verdadero significado de este poema en sánscrito:
“Mira bien este día, pues en su brevedad descansan todos los hechos y realidades de la existencia. La dicha de crecer, la gloria de la acción y el esplendor del logro, pues el ayer es sólo un sueño y el mañana una visión, pero el hoy bien vivido hace de todos los ayeres un sueño de felicidad y de todos los mañanas una visión de esperanza. Mira bien este día.”
-Larry Sheaffer
